top of page

El general Charis un militar ejemplar

Estados

3 jul 2025

Una foto en donde está en la plenitud de su carrera militar el general Charis

 

El general Charis un militar ejemplar

Gerardo Valdivieso Parada

Juchitán, Oax.- En 1964 unas semanas antes de morir el general Heliodoro Charis Castro, el padre Nicolás Vichido Rito acudió a su casa ubicado a una cuadra del templo de San Vicente Ferrer en la Quinta Sección no para darle la última unción sino para entrevistarlo para la radio local.

Tal vez influido por un ánimo de confesor, al llegar la entrevista en la época en que el militar fungió como jefe de operaciones en el bajío y centro del país en los estados de Jalisco, Colina y Querétaro, cuando combatió a los rebeldes cristeros, el sacerdote le preguntó a boca jarro “¿a cuántos curas mató?”.

 

El enfermo que tenía una grabadora cerca, con los estragos de una antigua apoplejía que le había afectado la boca, se apresuró a responder al sacerdote con la falta de sintaxis que ha caracterizado a los habituados a la lengua materna el zapoteco, que el general nunca pudo superar: “yo no maté ninguna cura”.

 

Efectivamente según los registros del ejército e historiadores como el autor del libro La Cristiada, el investigador Jean Meyer, el general juchiteco tuvo una actitud ejemplar durante su combate a los rebeldes cristeros.

En Colima al principio los pobladores no querían que el general Charis se encargara de las operaciones en la zona, pero con el tiempo lo quisieron, porque no permitió que sus soldados se propasaron con los civiles y fue benévolo con los rebeldes que se le rindieron.

 

Luego de regresar a Juchitán cuando perdió su mando de tropa y puesto a disposición en 1933, el historiador Víctor de la Cruz que fue su vecino en la Quinta Sección, lo recordaba en sus últimos años como un viejo que casi arrastraba la pistola Thompson que llevaba al cinto.

 

En cambio el periodista Armando Santibañez Olivera que vivía a unos pasos de su casona en el barrio Lima, lo recordaba con su fuste vestigio de su desempeño en la caballería cuando comandó al batallón de juchitecos en las batallas que libró en casi todos los estados de la república.

Su hija Lugarda Charis Luna recordó que el médico de cabecera de su padre fue el doctor blaseño Génico Salinas, quien muriera asesinado en la cárcel de Tehuantepec unos meses antes que su paciente, quien no se enteró del asesinato de su amigo.

 

“Él no supo que murió el doctor porque ya estaba mal, ya no entendía lo que le decían. Génico murió en enero y él se murió en abril del mismo año, mediaron tres meses. Él iba con el doctor Génico, pero el secretario de la Defensa Nacional era amigo de él, el general Agustín Olachea Avilés, siempre le decía que se tratara con médicos militares, pero él siempre iba con Génico”.

 

Pero al mismo tiempo el general se dejaba atender por los médicos militares “el doctor Márquez, que lo veía cada tercer día, lo llevó a México cuando ya estaba muy grave, él no se quería ir hasta que Génico lo convenció, “ve, yo te voy a seguir después” le dijo. Él no quería estar en el hospital militar, estuvo ahí como un mes luego lo trasladaron al Hospital de Nutrición”.

 

Gerardo Valdivieso Parada

SUSCRÍBETE

¡Gracias por tu mensaje!

  • Twitter
  • LinkedIn
  • Facebook

© Desarrollado por Enlace de Oaxaca 2013

Ventas, noticias y atención:

bottom of page